Concluye: Jesús, el milagro de la Salvación, en Iglesia Chapultepec.

• 3 Preciosas almas bajan a las aguas del bautismo

Por L.C.C. Joel García Cobos.

(Poza Rica de Hidalgo, Veracruz, a 31  de Enero de 2015). Tres preciosas almas tomaron la decisión de seguir a Cristo como su único y suficiente Salvador, como respuesta al  ciclo de conferencias bíblicas Jesús, el milagro de la Salvación, que el Dr. Abraham Maya Montes compartió en la iglesia adventista de la colonia Chapultepec.

Durante la semana del 25 al 31 de enero, la iglesia recibió a un numeroso grupo de hermanos y visitas que se reunieron puntuales para escuchar las inspiradoras palabras del Dr. Maya Montes que cada noche resaltó la figura de Jesucristo y su gran amor al venir a este mundo para brindarnos salvación y esperanza.

Maya Montes transmitió 3 conceptos básicos de Jesús: “A)  Su encarnación: Juan 1: 14 “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

No solo pensó en rescatarnos sino se hizo carne; vino a nacer en este mundo para salvarnos. “B)  Vivió una vida sin pecado; era la condición para podernos salvar. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Hebreos 4:15.

“C) Su muerte vicaria: Murió en nuestro lugar, “Y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados” Cristo murió por nosotros; no solo se encarnó por nosotros, no solo vivió por nosotros, también murió por nosotros”.

Y hoy sábado al concluir estos interesantes temas, los 3 nuevos seguidores de Cristo, y hermanos del grupo pequeño Ángeles, que compartieron con ellos los estudios bíblicos previos, se trasladaron al medio día al templo adventista de la colonia Manuel Ávila Camacho, donde se realizó la ceremonia bautismal, bajando a las aguas como lo dejó dicho Jesucristo como demostración pública de su aceptación al Maestro de Galilea.

Posteriormente, este grupo compartió alegremente el pan y la sal, en la casa de la familia Cerecedo Mejía, feliz por estas 3 almas que recibieron a Cristo en su corazón.