Uno de los cuatro hogares destruidos hace unos días por residentes de San Miguel Chiptip. Imagen de cortesía de la Unión Mexicana de Chiapas
Agustín Alvárez, miembro bautizado y otros tres hombres fueron expulsados de sus comunidades el 15 de marzo después de asistir a una campaña de evangelización en otra comunidad. Sus esposas e hijos fueron forzados a permanecer en Chiptip, según el pastor Ignacio Navarro, presidente de la Iglesia Adventista en Chiapas.
“Estas familias han estado aprendiendo de las verdades bíblicas, y esto hizo que algunos se enojaran”, dijo Navarro. Después de nueve días de apelar a los residentes locales, los hombres se reunieron con sus familias, y ahora están alojados con familiares en otra parte.
“Hemos estado trabajando con los líderes municipales y funcionarios del gobierno estatal en una apelación para que se cumplan las leyes de libertad religiosa”, dijo el pastor Ignacio Navarro, presidente de la Iglesia Adventista en Chiapas. “Los hogares de estas familias fueron destruidos. No tienen ningún lugar al cual regresar”.
No es la primera vez que Álvarez y su familia se ven forzados a dejar su comunidad de Chiptip. Hace cuatro años, cuando él y su familia se unieron a la Iglesia Adventista, fueron condenados al ostracismo y tuvieron que mudarse a una comunidad cercana. Álvarez y su familia continuaron compartiendo el mensaje del evangelio.
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sábado, 31 de marzo de 2018
En México, Iglesia Adventista ayuda a los creyentes afectados por la intolerancia religiosa
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