La gente busca cubrirse al escuchar disparos en un centro comercial (al fondo) en Nairobi (Kenia) el pasado 21 de septiembre, después de que el centro fuera atacado ese mismo día por un grupo de hombres armados. Un importante funcionario keniano dijo el 23 de septiembre que el ejército de Kenia ha cercado el lugar luego del ataque, que dejó muchos muertos y heridos además de un grupo indeterminado de rehenes. [fotografías de Associated Press] |
Los kenianos esperan este lunes 23 de septiembre para donar sangre para los heridos por el ataque terrorista del sábado pasado en un centro comercial, en el Parque Uhuru de Nairobi (Kenia). |
Sep 24, 2013
Nairobi, Kenya
Dan Okoth/ECD/ANN
Nairobi, Kenya
Dan Okoth/ECD/ANN
El esposo de una miembro adventista de Nairobi perdió la vida durante el ataque terrorista en el Centro Comercial Westgate de Nairobi, que resultó en más de sesenta muertos y más de ciento setenta heridos. Harun Oyieke, docente del Colegio Universitario Cooperativo de Kenia, fue uno de los que perdió la vida en el ataque. Oyieke era marido de Florence Awino, profesora de la Universidad de Nairobi.
El ataque se produjo a eso de las 11.00 del sábado. Entre diez y quince terroristas armados con armas automáticas y granadas atacaron el centro comercial y mataron a sesenta persona, dejando al menos otras 170 heridas. Al momento de preparar este informe el lunes por la noche, al menos cincuenta personas aún estaban desaparecidas, según directivos de la Cruz Roja.
Entre los asesinados habían ciudadanos de Sudáfrica, Estados Unidos, Ghana, Francia, Holanda, Australia, el Reino Unido, China, Holanda, India y Canadá. Varios integrantes de la policía y el ejército de Kenia también fueron muertos o heridos en el ataque cuando intentaban rescatar a los rehenes.
Los líderes mundiales, incluidos Bank-ki Moon, secretario general de las Naciones Unidas, y el presidente de los Estados Unidos Barack Obama, condenaron el ataque y expresaron sus condolencias a los que perdieron parientes y amigos.
“Este es un momento de conmoción para todos los kenianos y para todos —incluida la familia de las Naciones Unidas— que están orgullosos de vivir en Nairobi”, dijo Ban-ki Moon en una declaración. “Expreso mi solidaridad con ellos en este momento de dolor y pérdida”.
El sitio del lugar continuaba en las primeras horas del lunes de noche, cuando las fuerzas kenianas lograron ingresar y liberar a los rehenes aún prisioneros. Los militantes islamistas somalíes de al-Shabaab se hicieron responsables del ataque.
Jackson Mwema, uno de los sobrevivientes, fue citado en el periódico The Standard, en el que afirmó que los atacantes liberaron a algunos rehenes. “Nos preguntaban nuestro nombre y exigían que leyéramos una información que no podía entender”, dijo Mwema.
Por su parte, Uhuru Kenyatta, el presidente de Kenia y quien perdió su sobrino y la novia de este durante el ataque, condenó a los terroristas, afirmando que su gobierno no les permitiría que quebrantaran la armonía religiosa que reina en el país.
Los informes indicaron que los atacantes que habían descendido de tres vehículos en el centro comercial superaron ampliamente a los guardias de seguridad y dispararon indiscriminadamente a los clientes. Rodearon entonces el centro comercial y retuvieron a decenas de rehenes. Algunas imágenes mostraron a niños desconcertados junto a cuerpos sin vida y a otros heridos tanto dentro como fuera del centro.
Los kenianos respondieron al ataque donando sangre para las víctimas y enviando mensajes de esperanza. El banco nacional de sangre excedió su promedio anual de cuatro mil litros, y en dos días recolectaron más de 50 millones de chelines kenianos (unos 600 mil dólares). La Iglesia Adventista de Kenia entregó un cheque por 1 millón de chelines kenianos (unos doce mil dólares). El vicepresidente William Ruto dijo que los kenianos habían derrotado al mal al responder con actos de bondad.
Tomado de ANN.
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